CHAMANISMO SHIPIBO Y LA SABIDURÍA INDÍGENA
El término «chamán» fue popularizado por primera vez por el explorador holandés Nicolaes Witsen. Al ilustrar un relato de sus viajes siberianos en 1692, en el «Sacerdote del Diablo», le ha dado a la figura pies hendidos, reflejando lo que a menudo se percibía como la cualidad demoníaca del chamanismo.
El chamanismo existe en muchas formas muy variadas en todo el mundo, desde Australia hasta las Américas, desde Siberia hasta las regiones polares, y tiene sus raíces en la prehistoria. El chamán es un líder espiritual que, en un contexto ceremonial o a través de un ritual, entra en un estado de trance y se comunica con los espíritus de los animales, los árboles y los fallecidos, así como con los espíritus que habitan en planos o realidades paralelas muy diferentes a nuestro universo físico. Si quiere tener una larga esperanza de vida, el chamán debe ser muy hábil para obtener la ayuda de entidades benévolas y defenderse de las malvadas – por no hablar de la importancia de ser capaz de distinguir entre las dos. Estas entidades tienen acceso a información sobre la condición humana que nosotros no tenemos, al menos no directamente. Los espíritus pueden diagnosticar la enfermedad de un paciente y recetar tratamientos naturales y terrenales. También pueden ayudar al chamán llevando a cabo la curación espiritual del paciente, restaurando la armonía entre el cuerpo espiritual y el cuerpo físico. Mircea Eliade (1907-1986), uno de los primeros investigadores del chamanismo comparativo, describe el estado de trance del chamán como «éxtasis»: él o ella está literalmente viajando a través del éxtasis, cooptando la asistencia de habitantes más susceptibles de otras dimensiones como parte del proceso de curación de un individuo, o tal vez para resolver las dificultades que enfrenta la comunidad en general. Casi siempre el chamán ingiera alguna sustancia psicoactiva para entrar en el estado de trance ‘extático’, aunque hay muchos ejemplos de personas con la capacidad de entrar en ese estado a voluntad. Es menos habitual que los participantes de las ceremonias ingieran las mismas sustancias psicoactivas que el chamán.Leer más...
A lo largo de la historia se ha demostrado que la práctica chamánica en combinación con la medicina natural tradicional ha sido, durante milenios, el único sistema de sanidad disponible para las generaciones pasadas. El papel del chamán, así como las plantas medicinales, ha sido de vital importancia para mantener el bienestar físico, mental y espiritual de la población. Es evidente que gran parte de la vegetación que crece en la selva tropical, y particularmente las plantas medicinales, contienen muchas sustancias bioenergéticas complejas cuyos ingredientes activos constituyen excelentes tratamientos para una amplia gama de enfermedades.
Durante miles de años, el chamanismo de la selva amazónica ha desarrollado una sofisticación incomparable debido a la asombrosa riqueza de su biodiversidad: el Amazonas contiene más de la mitad de todas las especies de flora del mundo, un 98% aún no se ha analizado por completo en el laboratorio. Nadie sabe cuántas especies de flora hay en el mundo: las estimaciones de los biólogos varían de 3 a 30 millones. Y sin embargo, la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas del Amazonas equipa al chamán genuino para realizar hazañas aparentemente milagrosas de curación y transformación de forma rutinaria.